domingo, 22 de marzo de 2015

Camino Castellano Aragones.








El Camino Jacobeo Castellano Aragonés, que tanta importancia histórica tuvo en el Caminar hacia Santiago, es hoy, de nuevo, una alternativa perfectamente válida al camino del Ebro para conducir a los peregrinaos al encuentro del Camino Francés atravesando las provincias de Zaragoza, Soria y Burgos. 
Los 237 kilómetros que separan Gallur de Santo Domingo de Silos están divididos en 8 etapas peregrinas. Las tres primeras discurren por tierras aragonesas y las 5 restantes por tierras castellanas. 
Ninguno de los caminos a Santiago defraudan, pero este es especialmente atractivo, hasta tal punto, que la belleza del Camino Castellano Aragonés puede llegar a ser exasperante e incluso trastocar el alma de quien se adentre por estos paisajes, siempre amparados por montes legendarios, El Moncayo, Cebollera, Picos de Urbión y La Demanda; y siempre con una enigmática presencia de frontera. 
Al estar este Camino olvidado durante siglos se ha tenido que rescatar del todo y ha tenido que nacer de nuevo con un ingente esfuerzo: Investigación documental, trazado, marcaje de la ruta y la solución de problemas administrativos en multitud de instancias. 

Este extraordinario trabajo ha sido llevado a cabo por la Asociación Soriana de Amigos del Camino de Santiago, a quien debemos la incorporación de esta ruta en nuestra Web. Nuestro agradecimiento a todos ellos y de un modo especial a Miguel Ángel Jimenez y a José Antonio Condado por su especial apoyo. 
¡¡Gracias amigos!!



















sábado, 21 de marzo de 2015

Camino Manchego.








Nos encontramos ante uno de esos Caminos de Santiago que tal vez aún no sea merecedor de tal apelativo. El camino entre Ciudad Real y Toledo. es muy rico en historia y en él se desarrollaron episodios cruciales de nuestro devenir; tal es el caso del desastre de Alarcos o el avance de las huestes cristianas en su camino para enfrentarse en la batalla de las Navas de Tolosa. 
Nobleza y clero lo recorrieron profusamente al ser la vía de comunicación entre las capitales de los reinos cristiano y musulmán: Toledo y Córdoba. ¿Hubo  peregrinos en este Camino? Las referencias literarias del Quijote así lo afirman. Canónigos procedentes de Granada también lo usaron en el S. XVII para peregrinar a Compostela. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, asimismo lo recorrieron. 
¿Llegaron a usarlo los judíos conversos afincados en La Mancha para hacer pública su fe peregrinando a Compostela? 
Durante siglos, casi hasta nuestros días el olvido fue el único señor de estas tierras y caminos; es nuestro objetivo y deber la investigación de las dudas planteadas y la recuperación del pasado.















miércoles, 18 de marzo de 2015

Via Augusta.

En el desarrollo de esta preciosa ruta, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a la Asociación Gaditana Jacobea "Vía Augusta" de la ciudad de Cádiz y a su activa Junta Directiva, encabezada por su Presidente, Luis Taboada Barberi. Gracias a su apoyo e información, hoy es una realidad para goce y disfrute de todos los peregrinos del mundo que decidan descubrir lo mucho que ofrece esta ruta de peregrinación. 
Los peregrinos que partiendo de Andalucía quieren llegar a Santiago suelen, en su mayor parte, desplazarse en medios de transporte hasta el Camino Francés o cualquiera de los alternativos que desde hace años están surgiendo (Primitivo, del Norte, Sanabrés, Portugués, Mozárabe, etc.). 
Otra opción, cada vez más transitada, es la Vía de la Plata, que discurre desde Sevilla a Astorga. Históricamente, el Itinerario Antonino (s. III d.C.) describe el recorrido de la misma: Iter ab Emerita Asturicam que partía deAugusta Emerita (Mérida), capital de la provincia Lusitania, para finalizar enAsturica Augusta (Astorga), capital del Convento Asturicense. 
Sin embargo, para aquellos peregrinos procedentes de las tierras más al sur de la Península, como son las provincias de Cádiz o la zona occidental de Málaga, Ceuta o Melilla, la ruta natural sería la denominada Vía Augusta, en el tramo comprendido entre Gades e Hispalis, es decir, Cádiz y Sevilla. 
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kms. Su trazado discurría desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo. El mencionado Itinerario Antoninoya la citaba y era el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. Igualmente, sus etapas, distancias y mansios quedaron grabados en los célebres "Vasos de Vicarello", en los que fueron grabados los nombres y millas partiendo de Gades hasta finalizar en Roma. Pasada la cordillera pirenaica, continuaba en la Via Domitia a través de la Galia Narbonense y por fin la Ciudad Eterna. Su nombre original fue el de Vía Augusta Julia, en honor a los emperadores Julio César y Augusto, quienes intervinieron en su construcción, a finales del s. I a. de C. 
Esta Vía, cuyo trazado actual se ha visto inevitablemente modificado a fin de evitar carreteras y asfalto, trata de seguir un itinerario lo más acorde posible con la historia, pero también intentando aprovechar sendas, caminos y cañadas históricas. Si atendemos a su traza original, la sirga peregrinal habría de pasar por Hasta Regia (hoy Mesas de Asta, donde existen yacimientos arqueológicos de dicha época), once kilómetros al oeste de Jerez. Sin embargo, la falta de caminos aptos para caminantes y lo alejada que se encuentra de la vía natural actual entre Cádiz y Sevilla han aconsejado llevar la senda, hasta la recuperación de vías alternativas aceptables, por las poblaciones que se indican a continuación. 
El Camino jacobeo denominado Vía Augusta parte de la ciudad de Cádiz para dirigirse a través de su Bahía por San Fernando y Puerto Real hasta El Puerto de Santa María y Jerez, en la provincia gaditana. Se interna en la de Sevilla por El Cuervo, Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera, Alcalá de Guadaíra o Dos Hermanas (variante nazarena esta última) y llegar finalmente a la ciudad del río Betis y su Catedral, donde finaliza este tramo de la Vía Augusta que ha sido recuperado como Camino Jacobeo para enlazar con la Vía de la Plata. 
Actualmente todos los Caminos están teniendo una importante revitalización, fruto de las colaboraciones de las distintas Asociaciones del Camino de Santiago locales, regionales, autonómicas y estatales, con las distintas Administraciones (a idénticos niveles). Ello se percibe cuando transitamos por sus veredas. Y no es menos la Vía de la Plata, cuyo auge es palpable ya desde la misma Sevilla, y en mayor medida según nos acercamos a Astorga.
Este Camino que aquí presentamos, la Vía Augusta, hace años que también está teniendo una notable revalorización desde el punto de vista jacobeo, como lo muestra el creciente número de peregrinos que acuden a la capital gaditana en demanda de información. 
Asimismo, contribuye también al auge tanto del Camino de la Plata como de la Vía Augusta la saturación, especialmente en ciertas fechas, que están sufriendo otras vías jacobeas, fruto de la difusión mundial que están recibiendo. Y también, el hecho de que en períodos invernales su climatología sea bastante benigna. 
Igualmente está promoviendo de manera muy notable la difusión del Camino entre Cádiz y Sevilla la “Asociación Gaditana Jacobea Vía Augusta”, cuya labor de información, divulgación, fomento, señalización, investigación y de colaboración con las Administraciones, está posibilitando la puesta en valor de este importante “Patrimonio Cultural Inmaterial” que devuelve a la ciudad de Cádiz a sus orígenes romanos, al recuperar para la ciudadanía la antigua calzada que unía Gades con Hispalis. 
Sería deseable que esta importante empresa conjunta sirva como llamada a todas las Administraciones implicadas en su trazado (ayuntamientos, diputaciones, demarcaciones de costas, organismos estatales) para una eficaz y coordinada colaboración mutua que redunde en una mejora de la información al peregrino, colocación de hitos, señales en las carreteras, creación de albergues e infraestructuras, etc. En fin, difundir y poner en valor nuestro rico patrimonio cultural. Hacer Camino. 
















martes, 17 de marzo de 2015

Camino del Sur.



El Camino del Sur
recorre la provincia de Huelva de Sur a Norte. 
Inicia el recorrido precisamente en Huelva Capital y finaliza en Zafra,ya en tierras extremeñas. 
A la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Huelva,cuyos miembros desbordan entusiasmo, debemos, en buena medida, el desarrollo de esta interesante ruta, la cual discurre por parajes de indudable encanto:La Campiña onubense, el impresionante paisaje que ofrecen las minas a cielo abierto de Río Tinto en la Cuenca Minera y la Sierra de Aracena con su peculiar encanto y exquisita gastronomía. 
En apenas 176 kilómetros repartidos en 7 etapas, el peregrino disfrutará de un recorrido que destaca por sus contrastes paisajísticos y por el indiscutible encanto de sus pueblos. 
De sus gentes...no vamos a decir nada. Preferimos que sea el propio peregrino quien las descubra. Sólo diremos, emulando con el castizo, que son "una pasá"
¡Ultreia peregrino y que disfrutes de esta ruta, que desde hoy comenzamos a ofrecerte! 

¡¡¡¡¡ULTREIA Y BUEN CAMINO PEREGRINO!!!!! 

















viernes, 27 de febrero de 2015

Entrenamiento Camino Santiago Bicicleta.


 
Bueno, aquí os dejo un poco de todo, entrenamiento, prudencia y educación Peregrina. Sobre todo que los puristas no se rasguen las vestimentas, no es para tanto.
Cada uno que haga lo que mejor le plazca o sepa, esto es para tener una pequeña orientación de lo que después nos podemos encontrar, un poco de aventura es bueno. Por suerte mía ya tengo unos cuantos Caminos en mis piernas, tanto a pie como en bicicleta y se del poco respeto entre unos y otros. Disfrutar del Camino, sin correr, sin prisas, disfrutarlo poco a poco. Yo se de bicigrinos de 150 km. dia, al preguntarles que han visto me han contestado; Después cuando mire la cámara de video te digo, pero no es feo !!!
 
 

 
 
 
Antes de salir plantea bien las etapas. En el caso del Camino Francés son 760 kilómetros (27 más si se empieza en San Juan de Pied de Port); el Camino Aragonés discurre durante 820 kilómetros. La ruta primitiva es relativamente corta, son aproximadamente 315 kilómetros. Lo ideal es hacer menos kilómetros por etapa pero a ser posible por camino. En líneas generales es un recorrido técnico con continuas subidas y bajadas. Algunos tramos, por desgracia, hay que salvarlos por carretera.
 
Conviene estudiar los perfiles de las etapas: todas no son iguales y en todos los tramos las piernas no se te cargarán igual. Antes de salir planea bien las etapas. Son 800 kilómetros, y tendrás que ver el tiempo de que dispones para organizar los días con los que cuentas. Estudia los perfiles de las etapas: todas no son iguales y en todos los tramos las piernas no se te cargarán igual.
 
Organiza bien el equipaje en la bicicleta.Hay que llevar el peso equilibrado para que el pedaleo sea lo más cómodo posible. Para ello hazte con alforjas o parrilla en la parte trasera, un triángulo hombrera para colocar bajo la barra del sillín y guardar las herramientas, y, algo muy práctico es una bolsa para colocar en el manillar, ya que puedes guardar ahí la documentación o las rutas del camino.
 
Los caminantes tienen preferencia hasta las 20:00 sobre los ciclistas. El lugar elegido para pernoctar es otro de los factores que deben influir en la planificación de la ruta. A partir de las 8 de la tarde, los ciclistas tienen la misma preferencia en los albergues que los que van a pie. Esto es así porque si uno que va a pie llega a un albergue que está abarrotado se tendría que ir hasta el siguiente, que puede que esté a 10 ó 15 km. Esto le supondría 2 ó 3 horas más, pero a un ciclista sería media hora de pedaleo.
 
Algunas de las ventajas que puedes aprovechar por el hecho de hacer el Camino en bici son:

- En bici podrás escapar fácilmente del Camino de Santiago para conocer lugares próximos interesantes.
- Podrás parar más tiempo en los lugares más bonitos del Camino, para mirar todo sin prisa.
- En bici tendrás un vehículo para desplazarte por las ciudades en que pares, para hacer compras, visitar los lugares, etc.
 
Establecer las etapas de la ruta para recorrerla en bicicleta es un ejercicio muy personal. Hay multitud de opciones y depende del tiempo previsto para realizarla, la forma física, la elección de la bicicleta, etc. No es lo mismo ir por carretera en bici de carreras que por caminos en una de montaña. O con coche de apoyo o sin él ya que no es igual ir cargado con bultos que sin ellos. La división de etapas reflejada más abajo tiene en cuenta que se hace al estilo tradicional, es decir, en bici de montaña, con equipaje, y por caminos siempre que se pueda.
 
Una media de 12 kilómetros a la hora. Un peregrino a pie hace una media de 5 kilómetros por hora. Una media asequible para un ciclista que recorra este camino podría estar entre los 11 y 13 kilómetros a la hora. Unas 5 horas de esfuerzo diario para completar 60 kilómetros.
 
En invierno, mayores dificultades. El 90% de los peregrinos, también de aquellos que recorren el camino en bici, optan por rodar en los meses de mayo a septiembre. Las cuantiosas precipitaciones, sobre todo en Galicia, hacen que internarse por su occidente en los meses invernales se convierta en un duro ejercicio, más en bicicleta, donde el peregrino tiene que rodar en muchos tramos por asfalto.
El Principado de Asturias ha rehabilitado y señalizado sendas del Camino Primitivo, que estaban perdidas dotando así de mayor comodidad y seguridad al itinerario.
Debido a la orografía, la época más recomendable para hacerlo en bici es desde mayo hasta finales de septiembre.
 
 
 
 
 
Elección del tipo de Bicicleta
 
Lo normal es que tengas ya decidida la bicicleta a utilizar; caso contrario, podrías utilizar cualquiera de las tres, dependiendo fundamentalmente del entrenamiento que puedas realizar, o bien, cual de ellas prefieres.
La verdad es que si has entrenado un poco, podrías hacerlo con bicicleta, no teniendo mucha prisa, y estando dispuesto en algunos tramos a empujar la bici. Las bicis todo terreno pueden en principio ir por los mismos caminos que recorren las personas, y también influye muchísimo si se lleva el equipaje en las alforjas, o llevamos vehículo de apoyo.
La bici de carretera, como su nombre indica, es para ir por la carretera, y termina siendo la más cómoda, pues bien por las prisas, bien por ser las primeras etapas del Camino de grandes dificultades para las bicis todo terreno, la verdad es que prácticamente todas, terminan en la carretera.
La bicicleta híbrida, mezcla de las dos anteriores, sería acaso la que mejor se ajusta, pues los tramos fáciles los podría hacer por el Camino, y los que presten mayores dificultades, por la carretera.
No obstante, la decisión es muy personal, y depende incluso de la forma en que piensan hacerlo el resto de nuestros compañeros, y, por supuesto, de los días de que dispongamos.
En principio el Camino es el mismo que sigue el peregrino de a pie, pero te advertimos que si llevas alforjas con el equipaje, te resultará más dificultoso seguirlo, con muchos tramos en que tendrás que empujar la bici, y terminará resultando muy pesado.
La pega es que no puedes salirte del Camino para volver a él cuando lo deseas; hay tramos que discurren bastante separados, y una vez comienzas por el Camino, no te queda más remedio que continuar por él, independientemente de las dificultades que se te presenten.
La verdad es que si empiezas en Roncesvalles por el Camino, para el segundo o tercer día es seguro que te has salido a la carretera, pues el trazado presenta muchísimas dificultades.
Lo cierto es que la bici todo terreno, con 8/10 Kg. de equipaje, resulta completamente distinta de esa bici que utilizamos los domingos para andar por el monte y hacer 20/30 Kms.
Lo mejor sería, antes de salir a hacer el Camino, hacer la prueba:
Cargamos un domingo la bici con las alforjas y sus correspondientes 8/10 Kg. y nos hacemos por el monte el equivalente a lo que hemos previsto será una etapa, 60/80/100 kms. y en función de cómo terminemos, tomamos la decisión.
Cuestión IMPORTANTISIMA a considerar será la época del año en que pensemos realizar el Camino, pues es bien sabido que si ha llovido recientemente, los caminos, que cuando no son carretera son de tierra o pista de concentración parcelaria, guijarro, etc. estarán completamente impracticables, ya que a las ruedas se adhiere el barro con muchísima facilidad.
En Galicia, ya la subida al Cebreiro representa grandísimas dificultades; luego, en invierno y a principios de primavera, tendríamos las corredoiras (caminos que transita el ganado, generalmente sombríos), completamente anegadas de agua y barro, casi imposible de recorrer en bici (andando, a veces tienes que ir saltando tapias y cercas para evitar las corredoiras en invierno).
Finalmente es necesario hacerte alguna recomendación o aviso, si decides hacer el Camino en bicicleta. Si bien es uno de los medios posibles de peregrinar, junto con el caballo y a pie, hay que tener en cuenta que por su movilidad y facilidad de desplazamiento, en relación con los otros métodos, sus prioridades sobre los demás siempre serán las últimas. Esto cuenta sobre todo a la hora de tomar plaza en los albergues, no es equiparable el esfuerzo físico y cansancio acumulado de alguien que se mueve a pie que el que lo hace en bicicleta, y no se trata de comparar que el de bicicleta lleva muchos kilómetros recorridos, el Camino no es una pista de competición, nadie marca etapas ni longitudes, no se trata en hacerlo en el menor tiempo posible sino en disfrutar del Camino en el Camino, y con esta premisa y etapas normalizadas el cansancio, repetimos, y la necesidad de reponer fuerzas no es comparable.
Otro punto que conviene resaltar es el respeto al peregrino a pie, él tiene preferencia en el Camino siempre, cuando les rebases debes hacerlo con cuidado, como te gustaría que lo hicieran contigo los automóviles en la carretera, avisándoles con tiempo, pero sin asustarles, debes asumir que van cansados, que posiblemente se muevan con torpeza para esquivarte, o para permitir que les esquives. Si les haces señales acústicas, bien con la voz o con el timbre, es posible que no te oigan, que vayan distraidos o simplemente que sean extranjeros y no entiendan lo que dices. Modera tu velocidad, no práctiques deportes de riesgo en el Camino.




miércoles, 25 de febrero de 2015

Entrenamiento Camino Santiago.

Pues bien, al igual que me preguntan por la mochila, botas, etc, también me preguntan por el entrenamiento. Yo os dejare aquí un poco de información que ya existe en paginas del Camino de Santiago, ya que este tema al igual que la mochila, botas y demás es mas bien personal, ya que todos no somos iguales físicamente y mentalmente. Este ultimo os aseguro yo que es casi mas importante que el físico. Lo importante es caminar con uno mismo, por lo tanto es necesario llegar con un mínimo de estado físico y mental ya que son unas cuantas horas de Caminata diaria. Yo prefiero ir solo, pero en el caso de que andéis con mas gente es importante caminar cada uno a su ritmo, ir mas deprisa o mas despacio puede terminar por rompernos físicamente. Esos que entrenan en el ''GIM'' son los primeros en caer, garantizado. Pensar una cosa, el Caminante es como un ciclista en una gran prueba, no es un día, son muchos mas, por lo tanto lo que hicimos el día anterior ya esta hecho, hoy es otro día con sus mas km. y es necesario mesurar en lo posible las fuerzas físicas. En lo mental es el no tener prisa en llegar antes que otros, camina, disfruta, vive el Camino, no te dediques únicamente a Caminar. Salirse del Camino marcado como tal para visitar ''otras cosas'' no es ninguna locura, yo lo hago habitualmente y no os imagináis las sorpresas que podéis encontrar y ver.
Aquí os dejo opiniones variadas, cada uno que lo haga a su manera, eso si, entrenar unos meses os ira bien tanto para el Camino como para la vida cotidiana.
Saludos.

Ya lo dijo Rudyard Kipling: "Piensa que puedes y podrás, todo está en el estado mental". Primero hace falta voluntad y preparar nuestro cuerpo para el esfuerzo que nos requerirá el Camino. Si realizas deporte con regularidad es aconsejable, al menos un par de meses antes, hacer senderismo con el calzado y la mochila que vayas a llevar al Camino. Los que no practiquen deporte deberán comenzar tres meses antes un entrenamiento progresivo en duración e intensidad:

Conviene que realices una prueba de esfuerzo. El Camino de Santiago no es un paseo dominical a 5 o 6 km/hora.

Si puedes ir caminando al trabajo, hazlo, ya habrás comenzado tu preparación. Si prescindes del ascensor y te animas a subir las escaleras también habrás dado un paso de gigante.

Los primeros quince días, cuatro veces por semana, realiza paseos sin mochila y por lugares llanos. Comienza con una hora y aumenta la duración de forma gradual hasta las dos horas o más. No te obsesiones por la velocidad, en el Camino no la vas a necesitar. Se trata de adquirir fondo y de fortalecer los músculos.

 Durante los siguientes quince días continúa con estos paseos pero varía el itinerario y aumenta algún día la duración. Escoge trazados que alternen llano con subidas y bajadas. Pasado el primer mes ya podrás caminar fácilmente tres horas por cualquier terreno. Antes de las caminatas no olvides hacer ejercicios de movilidad articular incidiendo en el cuello, los hombros, la cintura, las rodillas y los tobillos. A su vez realiza estiramientos suaves antes de cada salida y más profundos tras el esfuerzo. Relajan, aportan flexibilidad y son eficaces para evitar lesiones.

El segundo mes realiza al menos tres paseos largos entre semana y aprovecha el fin de semana para hacer rutas de senderismo asequibles. Es muy conveniente hacerlas con el calzado y la mochila que vayas a llevar al Camino. Comienza con rutas de un par de horas y termina con recorridos de entre 3 y 4 horas.

El tercer mes mantén la carga del anterior y atrévete las últimas dos semanas, sin forzar, a subir algunas montañas que tengan un desnivel de entre 500 y 800 metros. En estos 90 días habrás fortalecido tu corazón, tus músculos y tendones, y ya estarás a punto para disfrutar de la peregrinación.

Es importante hidratarse durante el ejercicio y también alimentarse en las excursiones de mayor duración.

Hay que mantener una postura adecuada, caminar erguido mirando al frente o al camino principalmente.

Llevar las manos libres para que el andar sea natural. Si la salida es larga, se puede ayudar de un bastón o, mejor aún, de dos. En terrenos inclinados reducen hasta un 20 o un 30% de sobrecarga a las piernas.

El riesgo de accidente, en nuestro caso lesión, será del 100%. El refrán "camina como un viejo y llegarás como un joven" es el mejor consejo que puede recibir un peregrino profano. Durante las tres primeras jornadas no es recomendable recorrer más de 20 kilómetros al día. Desaparecidas las agujetas y las molestias iniciales se puede aumentar el número de kilómetros progresivamente hasta los 30 ó más por jornada, pero una buena media son 25 kilómetros.
En el Camino abundan los deportistas que se atreven con caminatas de 40 y 45 kilómetros diarios, aunque algunos de ellos son víctimas de las temidas tendinitis. Las más frecuentes son las del tendón peroneo y las del talón de Aquiles. Para prevenir posibles lesiones hay que realizar una sencilla tabla de estiramientos antes de andar y al finalizar el ejercicio, sobre todo estirar las piernas (ingles, cuádriceps y gemelos), la espalda, las lumbares y los hombros. El best seller de los estiramientos es la obra 'Estirándose', de Bob Anderson.
El Camino de Santiago no se hace por imposición, es una elección libre y por ello el peregrino no debe creer que tiene privilegios. En los albergues y establecimientos de la ruta hay que comportarse con educación, sin avasallar a los propietarios y hospitaleros y sin urgencias. Los hospitaleros voluntarios son también peregrinos y, como su nombre indica, ayudan de forma desinteresada y preparan los desayunos, compran y hacen la cena, limpian las instalaciones, curan heridas, etc.
Puesto que cada etapa se tarda en realizar una media de 6 horas, conviene que cada 60 ó 90 minutos nos tomemos un breve descanso para beber e ingerir algo sólido que contenga hidratos de carbono, lo que nos permitirá mantener mejor el ritmo de ejercicio, y sobre todo por dos razones fundamentales: evitar la pájara y la deshidratación.
Durante el ejercicio continuado, el agua es tan importante como los hidratos de carbono, sobre todo en días de mucho calor y humedad. Es un error relativamente generalizado no beber agua ni antes ni durante el ejercicio, así como esperar a tener sed o hambre para comenzar a beber agua y tomar alimentos.
Asimismo resulta fundamental la rehidratación una vez concluida la etapa, incluyendo agua e hidratos de carbono; y si la transpiración (sudor) ha sido importante será preciso, además de hidratar, reponer los electrolitos perdidos.

** Escalada Deportiva Valdellou.