En el desarrollo de esta preciosa ruta, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a la Asociación Gaditana Jacobea "Vía Augusta" de la ciudad de Cádiz y a su activa Junta Directiva, encabezada por su Presidente, Luis Taboada Barberi. Gracias a su apoyo e información, hoy es una realidad para goce y disfrute de todos los peregrinos del mundo que decidan descubrir lo mucho que ofrece esta ruta de peregrinación.
Los peregrinos que partiendo de Andalucía quieren llegar a Santiago suelen, en su mayor parte, desplazarse en medios de transporte hasta el Camino Francés o cualquiera de los alternativos que desde hace años están surgiendo (Primitivo, del Norte, Sanabrés, Portugués, Mozárabe, etc.).
Otra opción, cada vez más transitada, es la Vía de la Plata, que discurre desde Sevilla a Astorga. Históricamente, el Itinerario Antonino (s. III d.C.) describe el recorrido de la misma: Iter ab Emerita Asturicam que partía deAugusta Emerita (Mérida), capital de la provincia Lusitania, para finalizar enAsturica Augusta (Astorga), capital del Convento Asturicense.
Sin embargo, para aquellos peregrinos procedentes de las tierras más al sur de la Península, como son las provincias de Cádiz o la zona occidental de Málaga, Ceuta o Melilla, la ruta natural sería la denominada Vía Augusta, en el tramo comprendido entre Gades e Hispalis, es decir, Cádiz y Sevilla.
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kms. Su trazado discurría desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo. El mencionado Itinerario Antoninoya la citaba y era el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. Igualmente, sus etapas, distancias y mansios quedaron grabados en los célebres "Vasos de Vicarello", en los que fueron grabados los nombres y millas partiendo de Gades hasta finalizar en Roma. Pasada la cordillera pirenaica, continuaba en la Via Domitia a través de la Galia Narbonense y por fin la Ciudad Eterna. Su nombre original fue el de Vía Augusta Julia, en honor a los emperadores Julio César y Augusto, quienes intervinieron en su construcción, a finales del s. I a. de C.
Esta Vía, cuyo trazado actual se ha visto inevitablemente modificado a fin de evitar carreteras y asfalto, trata de seguir un itinerario lo más acorde posible con la historia, pero también intentando aprovechar sendas, caminos y cañadas históricas. Si atendemos a su traza original, la sirga peregrinal habría de pasar por Hasta Regia (hoy Mesas de Asta, donde existen yacimientos arqueológicos de dicha época), once kilómetros al oeste de Jerez. Sin embargo, la falta de caminos aptos para caminantes y lo alejada que se encuentra de la vía natural actual entre Cádiz y Sevilla han aconsejado llevar la senda, hasta la recuperación de vías alternativas aceptables, por las poblaciones que se indican a continuación.
El Camino jacobeo denominado Vía Augusta parte de la ciudad de Cádiz para dirigirse a través de su Bahía por San Fernando y Puerto Real hasta El Puerto de Santa María y Jerez, en la provincia gaditana. Se interna en la de Sevilla por El Cuervo, Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera, Alcalá de Guadaíra o Dos Hermanas (variante nazarena esta última) y llegar finalmente a la ciudad del río Betis y su Catedral, donde finaliza este tramo de la Vía Augusta que ha sido recuperado como Camino Jacobeo para enlazar con la Vía de la Plata.
Actualmente todos los Caminos están teniendo una importante revitalización, fruto de las colaboraciones de las distintas Asociaciones del Camino de Santiago locales, regionales, autonómicas y estatales, con las distintas Administraciones (a idénticos niveles). Ello se percibe cuando transitamos por sus veredas. Y no es menos la Vía de la Plata, cuyo auge es palpable ya desde la misma Sevilla, y en mayor medida según nos acercamos a Astorga.
Este Camino que aquí presentamos, la Vía Augusta, hace años que también está teniendo una notable revalorización desde el punto de vista jacobeo, como lo muestra el creciente número de peregrinos que acuden a la capital gaditana en demanda de información.
Asimismo, contribuye también al auge tanto del Camino de la Plata como de la Vía Augusta la saturación, especialmente en ciertas fechas, que están sufriendo otras vías jacobeas, fruto de la difusión mundial que están recibiendo. Y también, el hecho de que en períodos invernales su climatología sea bastante benigna.
Igualmente está promoviendo de manera muy notable la difusión del Camino entre Cádiz y Sevilla la “Asociación Gaditana Jacobea Vía Augusta”, cuya labor de información, divulgación, fomento, señalización, investigación y de colaboración con las Administraciones, está posibilitando la puesta en valor de este importante “Patrimonio Cultural Inmaterial” que devuelve a la ciudad de Cádiz a sus orígenes romanos, al recuperar para la ciudadanía la antigua calzada que unía Gades con Hispalis.
Sería deseable que esta importante empresa conjunta sirva como llamada a todas las Administraciones implicadas en su trazado (ayuntamientos, diputaciones, demarcaciones de costas, organismos estatales) para una eficaz y coordinada colaboración mutua que redunde en una mejora de la información al peregrino, colocación de hitos, señales en las carreteras, creación de albergues e infraestructuras, etc. En fin, difundir y poner en valor nuestro rico patrimonio cultural. Hacer Camino.
Los peregrinos que partiendo de Andalucía quieren llegar a Santiago suelen, en su mayor parte, desplazarse en medios de transporte hasta el Camino Francés o cualquiera de los alternativos que desde hace años están surgiendo (Primitivo, del Norte, Sanabrés, Portugués, Mozárabe, etc.).
Otra opción, cada vez más transitada, es la Vía de la Plata, que discurre desde Sevilla a Astorga. Históricamente, el Itinerario Antonino (s. III d.C.) describe el recorrido de la misma: Iter ab Emerita Asturicam que partía deAugusta Emerita (Mérida), capital de la provincia Lusitania, para finalizar enAsturica Augusta (Astorga), capital del Convento Asturicense.
Sin embargo, para aquellos peregrinos procedentes de las tierras más al sur de la Península, como son las provincias de Cádiz o la zona occidental de Málaga, Ceuta o Melilla, la ruta natural sería la denominada Vía Augusta, en el tramo comprendido entre Gades e Hispalis, es decir, Cádiz y Sevilla.
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1.500 kms. Su trazado discurría desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo. El mencionado Itinerario Antoninoya la citaba y era el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. Igualmente, sus etapas, distancias y mansios quedaron grabados en los célebres "Vasos de Vicarello", en los que fueron grabados los nombres y millas partiendo de Gades hasta finalizar en Roma. Pasada la cordillera pirenaica, continuaba en la Via Domitia a través de la Galia Narbonense y por fin la Ciudad Eterna. Su nombre original fue el de Vía Augusta Julia, en honor a los emperadores Julio César y Augusto, quienes intervinieron en su construcción, a finales del s. I a. de C.
Esta Vía, cuyo trazado actual se ha visto inevitablemente modificado a fin de evitar carreteras y asfalto, trata de seguir un itinerario lo más acorde posible con la historia, pero también intentando aprovechar sendas, caminos y cañadas históricas. Si atendemos a su traza original, la sirga peregrinal habría de pasar por Hasta Regia (hoy Mesas de Asta, donde existen yacimientos arqueológicos de dicha época), once kilómetros al oeste de Jerez. Sin embargo, la falta de caminos aptos para caminantes y lo alejada que se encuentra de la vía natural actual entre Cádiz y Sevilla han aconsejado llevar la senda, hasta la recuperación de vías alternativas aceptables, por las poblaciones que se indican a continuación.
El Camino jacobeo denominado Vía Augusta parte de la ciudad de Cádiz para dirigirse a través de su Bahía por San Fernando y Puerto Real hasta El Puerto de Santa María y Jerez, en la provincia gaditana. Se interna en la de Sevilla por El Cuervo, Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera, Alcalá de Guadaíra o Dos Hermanas (variante nazarena esta última) y llegar finalmente a la ciudad del río Betis y su Catedral, donde finaliza este tramo de la Vía Augusta que ha sido recuperado como Camino Jacobeo para enlazar con la Vía de la Plata.
Actualmente todos los Caminos están teniendo una importante revitalización, fruto de las colaboraciones de las distintas Asociaciones del Camino de Santiago locales, regionales, autonómicas y estatales, con las distintas Administraciones (a idénticos niveles). Ello se percibe cuando transitamos por sus veredas. Y no es menos la Vía de la Plata, cuyo auge es palpable ya desde la misma Sevilla, y en mayor medida según nos acercamos a Astorga.
Este Camino que aquí presentamos, la Vía Augusta, hace años que también está teniendo una notable revalorización desde el punto de vista jacobeo, como lo muestra el creciente número de peregrinos que acuden a la capital gaditana en demanda de información.
Asimismo, contribuye también al auge tanto del Camino de la Plata como de la Vía Augusta la saturación, especialmente en ciertas fechas, que están sufriendo otras vías jacobeas, fruto de la difusión mundial que están recibiendo. Y también, el hecho de que en períodos invernales su climatología sea bastante benigna.
Igualmente está promoviendo de manera muy notable la difusión del Camino entre Cádiz y Sevilla la “Asociación Gaditana Jacobea Vía Augusta”, cuya labor de información, divulgación, fomento, señalización, investigación y de colaboración con las Administraciones, está posibilitando la puesta en valor de este importante “Patrimonio Cultural Inmaterial” que devuelve a la ciudad de Cádiz a sus orígenes romanos, al recuperar para la ciudadanía la antigua calzada que unía Gades con Hispalis.
Sería deseable que esta importante empresa conjunta sirva como llamada a todas las Administraciones implicadas en su trazado (ayuntamientos, diputaciones, demarcaciones de costas, organismos estatales) para una eficaz y coordinada colaboración mutua que redunde en una mejora de la información al peregrino, colocación de hitos, señales en las carreteras, creación de albergues e infraestructuras, etc. En fin, difundir y poner en valor nuestro rico patrimonio cultural. Hacer Camino.
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