No madrugo demasiado y desayuno con Manu, la atención de este chico roza la perfección, es un oasis en medio de la nada, en un pueblo en un alto. La etapa como en días anteriores, llana, larga, sosa y aburrida, pero es lo que hay, muchos sitios como estos, pero tranquilos, ya llegara la montaña y espero que nadie se queje. Caminamos por sembrados y junto al canal, estos dias serán así. Por desgracia la mayoría de estos pueblos ya están casi abandonados o ya casi no hay habitantes, despoblados y ya sin nada. Tenemos una localidad intermedia, Pertusa, con bar para descansar o comer alguna cosa. Tambien hay albergue. Pueyo es una muestra, como otros pueblos, de que ya no queda mas que la voluntad de las buenas personas. El albergue esta muy bien ademas la atencion de la persona responsable, la hospitalera, es muy buena. En el albergue podéis encontrar de casi todo, lentejas, leche, pasta, galletas, etc. Además al llegar al pueblo la hospitalera os ofrecerá de lo que ellas compran y os ofrecerán un pac por cuatro € y esta muy bien. La verdad es que no puedo quejarme de la atención de las gentes de estos pueblos. La uña en su sitio de momento. Me hace gracia que las mantas del albergue son de las que teníamos en el ejercito. Están nuevas.
Mañana Huesca, capital de provincia, civilización. Saludos.
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