MONUMENTO AL PEREGRINO.
DORMIR EN EL PABELLÓN.
LOS DOS DE ALBACETE Y HORST.
Bien, cuando llego al pabellón, están unos muchachos entrenándose al pin-pon, no tengo ningún problema para instalarme, parece que al final dormiré solo, que bien, todo un pabellón para mi, duchas, lavabos, todo, me indica la encargada, que mejor que coja una de las colchonetas grandes, ya que los colchones no están en buen estado, le hago caso y duermo en un gran espacio.
Al parecer hoy todos se han decidido ir al hotel y de verdad, mejor en el pabellón, ya que me indican que es un hotel viejo y con los servicios en el pasillo, para que pagar 18€ si tengo las mismas condiciones, en fin, cada uno a lo suyo.
Salgo de buena mañana, ya que quiero llegar pronto a Santiago, se que tendré que hacer cola en la Oficina del Peregrino y me gustaría poder cojer pronto el bus de regreso a A Coruña, ya que me esperan para celebrar mi santo, querría descansar un par de horas por la tarde y a si estar mejor para poder trasnochar, es un tramo feo, muy feo, además te hacen dar muchas vueltas para poder salvar las carreteras y desvíos, pregunto a una señora y me indica que es mejor que coja por la nacional, si que hay coches, pero es la forma de ir mas recto y sobre todo de no perderse, insisto, no hay señales, por lo tanto le hago caso y entro a Santiago por carretera.
Me dirijo directamente a la oficina del peregrino, donde me espera una de mis mejores y gratas sorpresas, hasta entonces, un saludo, Joan.
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