Primera noche, que noche, ronquidos, pedorretas, tufo y algún prostático, ya que no han parado de lebantarse en todo la noche, pero en fin, estos son los gajes del camino y no me quejo, al contrario, pero es que no se puede descansar de ninguna manera y para mi pierna es muy importante el poder descansar bien y a si poderla recuperar para la etapa de hoy.
Me levanto muy pronto, desayuno y me pongo en camino, sin prisas, con mucha tranquilidad, además esto parece las ramblas con tanta gente, pero esta bien, con mi marcha y mi ritmo no tardo en empezar a adelantar a los PORTEADORES de materiales varios, coloreados con vestimentas tan variadas e idiomas tan pintorescos como sus mismas caras, ingleses, alemanes, chinos, coreanos, argentinos, etc. El día esta gris y amenaza lluvia, pero de momento parece de que aguantara, como mínimo hasta la tarde, mientras tanto paso por Toixo, Gonzar, Castromayor, Hospital de la Cruz, Ventas de Naron, Prebisa, Lameros, Ligonde, Parios, Lestedo y llego a Palas de Rey, pronto, antes de la una, sobre todo para no tener problemas de albergue.
En el albergue están ya esperando mas de treinta personas, eso significa que hoy habrá problemas para los que vendrán detrás, si que hay bastantes plazas en Palas, pero aquí se juntan el camino Frances con el Primitivo, por lo tanto mas gente y no me arrepiento de haber madrugado mas de la cuenta, además tengo la suerte de poder cojer la misma cama que el año pasado, es un rincón y no pasa nadie por mi lado, y esta noche se que podre descansar mucho mejor que la pasada, dejo mis cosas y salgo a comer un poco, después descanso un rato, el albergue esta a tope y me dicen que no quedan plazas ni de hotel aqui en Palas, por lo tanto, los que lleguen mas tarde se tendrán que quedar en el suelo o llegarse hasta el próximo albergue, en Casanova, ha 6 Km. mas de Palas.
Paseando por Palas y mientras espero a que habrán la iglesia para poner el sello, me encuentro de nuevo con el matrimonio argentino, Juan y Liliana y conozco a dos chiquitas de Barcelona, con las cuales tomamos un vinito y entablamos charla, hago tiempo para ir a cenar y después de un par de chupitos de orujo me voy para el albergue, no sin antes hablar por teléfono con Olga, esta un poco preocupada por mi pierna, la tranquilizo y le digo que si llegado el momento no pudiera seguir por el dolor, pues me diriguiria para casa, no pasaría nada, se donde esta mi limite y lo que no querría es apurarla demasiado y no poder llegar a mi destino.
Esta noche la paso mejor y ' MILAGRO ', nadie ronca, jo de muerte y que suerte, poder dormir casi de un tirón, pero bueno, no siempre era a si, nada a dormir y mañana sera otro cuento, hasta entonces, un saludo, Joan.