miércoles, 7 de marzo de 2012

Camino Primitivo 2012. Bodenaya-Campiello.













Despues de un buen descanso y un buen desayuno nos disponemos para salir, con mucho frio pero el dia esta despejado, pasaremos de largo de Tineo para llegarnos hasta Campiello, la intencion seria llegarnos hasta Borres pero por norma el albergue no esta en muy buenas condiciones y en invierno peor, ya que no hay hospitalero fijo y una persona es la encargada de vigilar cada unos cuantos dias las instalaciones, no hay calefaccion.

En Campiello tenemos albergue privado y sitios para comer como casa Herminia, es un lugar tanto querido como criticado, yo hablo personalmente por mi, todos las veces que he parado no he tenido ningun problema, es mas, he comido muy bien, dormir mejor y el precio normal sin ser nada caro, al contrario, precio calidad perfecto. Comento lo de Herminia por los comentarios que corren por Internet y por las personas que antes de llegar a Campiello te dicen que no pares en su Casa, yo tengo negocio en el Camino y se de lo que hablo. Nos quedamos a dormir y nos da habitacion el la casa, ya dormi en el año 2.008, muy bien y esa noche nos encontramos dos Peregrinas mas en la casa, como nosotros dormimos en Bodenaya es normal no coincidir antes con ellas. En Campiello poca cosa mas se puede hacer, hay otro bar con tienda y nada mas, nosotros descansaremos un rato por la tarde y cenaremos en Herminia mientras disfrutamos del futbol, nos pone una cena en demasia y lo que no comemos nos lo da y asi comerlo en otro momento, por ejemplo como bocadillo por la mañana ya que no hay nada  de nada hasta Pola de Allende donde dormiremos mañana.




Hasta la Espina este corto trecho, de apenas 1.5 km. se cubre con rapidez, no ofrece la menor dificultad, es llano y discurre por sendas y caminos agrícolas.





Más largo que el anterior es que casi todo una suave ascensión, ya que se pasa de los 600 a los 700 m. de altitud. La traza es similar al anterior tramo. Un sencillo crucero indica a los peregrinos el camino a seguir.





Seis largos kilómetros separan estas dos últimas localidades. El Camino, como siempre, toma la distancia más corta, atravesando el monte que tenemos al frente y separándose, por tanto, de la Calzada que da un considerable rodeo. Discurre por veredas, sendas y pistas, manteniendo la altitud, al tiempo que pasa por los barrios de Santa Eulalia y Zarracin, para finalizar en la ermita de San Roque, que se localiza en una explanada a la entrada y en lo más alto de la Villa de Tineo.
Es un tramo realmente agradable, la primera parte discurre por la misma cresta de la Sierra de Tineo, con unas bonitas vistas, especialmente a la izquierda. Al final de este recorrido se toma a la derecha la calzada que conduce a Obona, pero rápidamente se abandona por la izquierda al tomar una senda que conduce directamente al Monasterio.




El Monasterio de Obona se encuentra en el fondo del valle y la localidad queda a la derecha a media ladera. Superada la parte monumental, la ruta tuerce a la izquierda para seguir descendiendo hasta el mismo límite de la vega, donde inicia el remonte de la ladera izquierda para salir a la altura de la aldea de Villaluz. Se pasa por delante de la antigua ermita del Cristo del Socorro y toma el asfalto a la derecha hasta Campiello, pasando por Vega del Rey.





La traza de este trecho es una llana prolongación de la carretera comarcal que traemos, pequeños atajos que siempre terminan en la misma pista, evitan inútiles rodeos. Se pasa por el lugar del Fresno, donde una antigua ermita cobija una talla de la Magdalena, y antes de llegar al núcleo de población de Borres, se encuentra el albergue de peregrinos, que está pegado a la izquierda de la carretera.
El concejo de Tineo es, con sus 536 kilómetros cuadrados, el segundo en extensión de Asturias. Alfonso IX otorgó a Tineo, en el siglo XIII, el título de puebla. Además dispuso que el Camino debiera pasar por Tineo y por el monasterio de Obona advirtiendo castigo a todos aquellos peregrinos que se desviasen de esta ruta.

La iglesia Parroquial de San Pedro fue en otra época el convento que levantaron los franciscanos en el siglo XIII. Del edificio original se conservan la puerta antigua de clausura y parte de la iglesia. Hoy en día no hay ni rastro del claustro y de la sala capitular de antaño. En el XVII se hicieron varias reformas, entre otras las de la capilla funeraria de Merás. También se añadió la torre y se revistieron las naves. En 1880 el convento de San Francisco pasó a ser la iglesia de San Pedro, parroquial de Tineo.


El Museo de Arte Sacro de Tineo está habilitado en las dependencias del antiguo convento de San Francisco del siglo XIII, hoy iglesia parroquial de San Pedro. Muestra una gran colección de piezas procedentes del concejo y que el párroco José Fernández Villamil se encargó de comprar y reunir durante muchos años. Destacan las variadas tallas medievales y barrocas y una nutrida muestra de orfebrería.


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